miércoles, 16 de junio de 2010

PERONISMO (1946-1955)

La etapa peronista

En 1943 un grupo de militares nacionalistas da un golpe de estado y derroca al presidente Castillo. Dentro de este grupo se destaca el coronel Juan Domingo Perón quien desde la secretaría de Trabajo y Previsión llevará adelante un política tendiente a mejorar la legislación laboral y social (vacaciones pagas, jubilaciones, tribunales de trabajo). El apoyo popular a Perón lo llevará al gobierno en las elecciones de 1946. Durante sus dos presidencias (1946-52 1952-55) Perón, que ejercerá el poder limitando el accionar de la oposición y censurando a la prensa, impulsará una política que combinaba el impulso de la industria, el empleo, las comunicaciones y los transportes con la acción social desarrollada por Eva Perón a través de la construcción de hospitales, escuelas, hogares para niños y ancianos y ayuda económica para los más pobres.

La inestabilidad política


En 1955 un nuevo golpe militar derrocó a Perón quien marchó al exilio. A partir de entonces y hasta 1973 los peronistas no podrán votar por su partido. En ese período habrá dos presidentes civiles, Arturo Frondizi (1958-62) y Arturo Illia (1963-66) que intentarán impulsar el desarrollo nacional y poner fin a la proscripción del peronismo. Ambos serán derrocados por golpes militares. El golpe del 66 llamado Revolución Argentina se prolongará en el poder por siete años hasta la presión popular expresada en violentas protestas como el Cordobazo y en la aparición de grupos guerrilleros, obligó a los militares a llamar a elecciones el 11 de marzo de 1973 en las que resultará electo el candidato peronista Héctor Cámpora.

El regreso del peronismo

Entre 1973 y 1976 gobernó nuevamente el peronismo con cuatro presidentes (Cámpora 1973, Lastiri, 1973, Perón 1973-1974, Isabel Perón 1974-76) que intentaron retomar algunas de las medidas sociales del primer peronismo como el impulso de la industria y la acción social, el mejoramiento de los sueldos y el control de precios. Pero los conflictos internos del movimiento peronista y la guerrilla sumados a la crisis económica mundial de 1973 complicaron las cosas que se agravaron aún más con la muerte de Perón en 1974 y la incapacidad de su sucesora Isabel Perón para conducir el país. Esta crisis fue utilizada como excusa para terminar con el gobierno democrático e instalar un nuevo golpe militar.

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